Mi propuesta consiste en incrementar la neurociencia del color a Antofagasta para poder enviar un mensaje diferente a los ciudadanos sin necesidad de hablar con ellos, ya que con ésta teoría solo bastaría con salir a la calle para sentirse diferente, es decir, crear nosotros las emociones de los ciudadanos a través de los colores, así podríamos cambiar muchos comportamientos, solo a través del juego de color que hace nuestra vista con nuestro cerebro.